Carta abierta a José Laluz
Estimado sr. La Luz,
Le habla una mujer a quien con su análisis del pasado 28 de mayo le brindó las herramientas que le hacían falta para corroborar una serie de pensamientos y conclusiones que ya venía merodeando en su cabeza. Usted no me conoce así es me siento en el deber de presentarme: mi nombre es Lidia López, dominicana de nacimiento y crianza y ecuatoriana por consanguinidad. Soy hija de una mujer que durante los 52 años de vida que tuvo, me enseñó por medio de sus acciones, que ser mujer era más que una compañera IDÓNEA, un PRIVILEGIO. De ahí que nunca me he considerado menos que un hombre y a la vez me ha llenado de frustración transitar en una sociedad cargada de #machismo. Mi mamá solía decirme que soñaba con que me casara con un europeo y yo no entendía el por qué, pensaba que eran fantasías de una isleña con sueño de inmigrante exitosa impregnado producto del momento histórico en el que se desarrolló su juventud, sin embargo, ahora más que siempre comprendo de donde salían tales comentarios.
Mientras mi madre me enseñaba a luchar por mis sueños, a sentirme cómoda con mi piel, a conocer mi sexualidad y aceptarla, crecía viendo a mis amigas, mis conocidas y sus madres, comportarse a merced de lo que diría la sociedad sobre ellas: siempre alistándose para ser objeto de halagos masculinos y ser elegida por el mejor hombre del grupo. Ser popular en mis años escolares era sinónimo de gustarle o de ser novia del joven más guapo y atractivo de la promoción. Y por supuesto, las que no éramos así pues nos tildaban de feas y nerds. Ya se imaginará usted la confusión que cargaba encima, mi madre por un lado impregnándome una valía e independencia y por otro lado la sociedad en la que crecía enseñándome a ser dependiente y adecuada para un hombre.
Hasta ayer que empecé a leer y escuchar comentarios de su supuesto desacierto al decir: "Cuando la mujer pague su cuenta se acabó la violencia de género" que mi atención objetiva se giró para escuchar su análisis de principio a fin. En ese sentido sr. La Luz le quiero dar las GRACIAS por varias razones:
1. Gracias por el análisis histórico y antropológico tan acertado que hizo al principio de su intervención.
Es así como lo dice, ESA ES UNA GRAN VERDAD, la hembra homo sapiens sapiens renunció a su fuerza física para dedicarse a cuidar a la cría, renunció al liderazgo e independencia que le otorgaba la caza y la recolecta para garantizar la reproducción humana. Y me parece que es el acto de AMOR, FUERZA e INCONDICIONALIDAD más grande que ha hecho ésta pero el menos agradecido. A cambio la hembra homo sapiens sapiens fue denominada como MUJER (debilidad) y sometida al patriarcado y a la voluntad del HOMBRE. Es obvio, si ella no se defendía a sí misma por defender la cría, ¿quién la defendería? ¿de quién dependería para sobrevivir?
2. Gracias por enfrentar a la IGLESIA y a su BIBLIA redactada por humanos, por atreverse, siendo usted un hombre, a ADMITIR que el libro más leído y estudiado por la humanidad es MACHISTA. Y que por supuesto, y dado el poder que siempre han tenido las religiones, por aquello de la cohesión mediante la fe y el temor a Dios, han sometido a la Mujer a los intereses del hombre, han propugnado un amor violento basado en el sacrificio de sí mismas con tal de ser la ayuda idónea.
3. Gracias por DECIR ABIERTAMENTE que si queremos igualdad de género tenemos que pagar nuestras cuenta y sabe por qué, porque cuando un hombre como usted se expresa así está dejando claro que ese poder de NO ser abusadas y desconsideradas está en nosotras.
Si en NOSOTRAS, las mismas que criamos a los varones MACHISTAS, las madres que le enseñan a sus hijas que estar sumisa a un hombres es lo único que garantiza el éxito matrimonial y no morir solas; las mismas que señalan a las divorciadas como unas dañadas, rotas, víctimas y poca cosa porque no aguantaron lo suficiente, las mismas que si otra mujer llega a un puesto alto decimos que es porque se acostó con el jefe; las mismas que si nos ponen a votar por un hombre o por una mujer preferimos darle el voto al hombre; las mismas que tolera la infidelidad porque "otra" no se puede gozar todo el sacrificio que ella vivió; las mismas que se escucha hablar en los círculos de amigas "eso me lo pagó mi marido" "¿el quiere estar conmigo? pues que pague por esto, no es de gratis oh" "mi marido me tiene como una reina me paga todo"; las mismas que dicen y permiten que en el seno familiar si el hombre mantiene la casa y paga todo tiene "derecho" hacer lo que le de su gana. Con esa actitud y ese accionar lo único que estamos haciendo es manteniendo vivo el patriarcado machista.
Entonces, aunque usted quizás usó un ejemplo inapropiado para la valía de su análisis, USTED DEJÓ LAS COSAS CLARAS: Si queremos un cambio real de paradigma machista y acabar con siglos de patriarcado, debemos actuar con coherencia global, ir mas allá de publicaciones que luchen por el valor de ser mujer y empezar a criar hombres y mujeres iguales en valores, capaces de entender que cada uno tiene su diseño propio, una función en la sociedad, cualidades y capacidades que l@s hacen merecedor@s de respeto, amor y admiración; que el dinero no te hace más ni menos y que las familias más unidas son aquellas donde el respeto a los derechos de todos es la orden del día a día.
Cuando nosotras las mujeres empecemos a renunciar al machismo que nosotras por medio de la crianza le impregnamos a nuestros hijos, habrá igualdad de género.
Gracias por su atención,
Saludos cordiales,
Lidia López
El Diario de una Superheroina.