Los Matri-Zapatos

Ese momento especial en donde nos ponemos estos ZAPATO SOÑADOS, no es algo que ocurra muy a menudo, por cierto, por lo que ¡significa todo un placer quitarse los viejos Zapatos de la Soltería para calzarse los nuevos del #MATRINOVIAZGO!

Sin embargo, en ocasiones descubrimos que también tenemos en nuestras vida otra clase de “zapatos”; que aunque no se ven a simple vista, ¡allí están! Lo peor de todo es que aprendemos a caminar por la vida con ellos en un quita y pon innecesario y dañino. Les hablo de aquellos que usamos cuando somos solteros eso que otros construyen o compran para nosotros, aquellos valores con los que crecimos, la dependencia de una autoridad sobre nosotros ya sea padres o una figura de los mismos. Sin embargo, los nuevos son en general de nuestra escogencia y hemos de ir construyendo en un camino nuevo.

Descubrimos con asombro que aún hasta el día de hoy hemos continuado caminando en los

zapatos que usábamos antes, los mismos hábitos, el mismo manejo financiero, las mismas salidas. Sin darnos cuenta de que justamente por amarlos tanto y empeñarnos en seguir poniéndonos (a pesar de su estado crítico) nos lastimamos los pies todo el tiempo porque los que ahora nos ajustan son diferentes.

A veces iniciamos el matrimonio con los guantes de lucha colocados, en vez de experimentar la nueva jornada; entramos a batallar en una relación que prometió ser un oasis para nosotros pero sin querer llegamos predispuestos por los rumores externos a este compromiso del cual se habla o se teme o se discute tanto.

Concretamente hablo de actitudes, formas de pensar y de ver las cosas, hábitos y prejuicios.

También en nuestra forma de relacionarnos con Dios, con nuestras familias, con los amigos, con nuestros trabajos, con nuestro entorno y por supuesto entre nosotros mismos.

A lo largo de nuestra existencia vamos experimentando cosas de las cuales vamos “aprendiendo”. Algunas buenas y algunas malas, sí tenemos los parámetros válidos para poder evaluarla y aprender de ella realmente nos sirve para edificar, para avanzar en el sentido correcto. Si no la cargaremos como parte del equipaje que crea ronchas, llagas, infección, podredumbre y perdida.

De deguir caminando con esos zapatos viejos entenderemos que un buen Matrimonio NO ES

PARA NOSOTROS, pero por qué, porque estamos usando el ZAPATO EQUIVOCADO. De seguir caminando esta jornada con pensamientos derrotistas llenos de prejuicios y pensamientos y declaraciones negativos entenderemos que somos perdedores y que una completa victoria no es para nosotros, que me tengo que conformar con “bendicioncitas”, un matrimonio "normal" como el que tengo ahora, AHÍ, PASANDOLA, SOBRELLEVANDO, y jamás ese cuento de hadas que ustedes dicen disque #MATRINOVIAZGO, DISQUE SEMBRANDO SEMBRANDO EN LA RELACIÓN, a veces vamos como oveja al matadero SIN PROTESTAR NI PREGUNTAR y SI CUESTIONAMOS A AQUEL QUE NOS OFRECE un BENEFICIO, UN REGALO UN BIENESTAR, decimos : "Este tiene que SER UN MAMITA, ESTA SEÑORA VIENE AQUÍ A HACER UN PAPEL para que uno le sume rating, ESO DE #MATRINOVIAZGO ES UNA MARCA QUE ELLOS SE HAN INVENTADO PARA ….. Y NO YO NO SOY DE LOS QUE ME TOCA la torta grande de la fiesta. A MI ME TOCO ESTO Y LO QUE TOCA TOCA…

PERO TE TENGO UNA BUENA NOTICIA, algo hizo un “clic” en TU vida HOY y con el poder del Señor nuestro creador que sabe que hoy tu no escuchas esto por casualidad y enfocando mi mente, espíritu, alma y cuerpo COMIENZO a girar en otro sentido.

En pocas palabras: me VOY A QUITAR los zapatos viejoss para poder ponerme las nuevos.

Esto comienza con una decisión drástica: El agricultor que espera el clima perfecto nunca siembra; si contempla cada nube, nunca cosecha (eclesiastes 11;4).

Para caminar hay que levantarse, para tomar agua por lo menos la boca hay que abrirla y hcer el ejercicio de tragar, para ver hay que abrir los ojos. No es solo el Matrimonio que necesita de nosotros que nos enfoquemos, que te diga, te enseñe y finalmente te convenza, de que Dios tiene preparadas grandes cosas para sus hijos, entre los que te encuentras tú. Que ninguna tormenta dura más de cuarenta días, que la terrible situación que pasas no es de Dios y que El no quiere que nadie tenga necesidades, que todos vivan como lo que realmente son: hijos del Rey.

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