¿Quién dijo que las segundas partes son malas?

Dicen que en a veces solemos experimentar emociones y vivencias por segunda vez a través de otras personas. He aquí la historia de mi segundo compromiso de bodas.

Conocí a Jennifer Ricart en el año 1995, de alguna forma u otra nuestra manera de ser nos unió aún cuando en muchos aspectos somos polos opuestos. Creo que por el año 1998 tuvimos una pelea causada por una "amiga", duramos días sin hablarnos hasta que nos sentamos como dos niñas "maduras" a resolver nuestras diferencias.

Nos graduamos con los máximos honores y gozamos de la bendición de recibirlos juntas como hermanas y cómplices.

A partir de ese momento se suponía que nos separaríamos para emprender una nueva etapa en nuestras vidas, pero Dios había definido otro plan: estudiaríamos separadas pero nos dedicaríamos a la misma carrera. Aunque el día a día de nuestros estudios y primeros trabajos nos distanció físicamente en el diario vivir, siempre encontramos espacio para vernos y tomarnos una cervecita, estuvimos la una para la otra en cada situación importante. En aquel entonces yo estaba en una relación tóxica que no sólo me hizo mal en lo personal sino que hizo que Jennifer y yo nos nos enfrentáramos otra vez con un largo distanciamiento y mucho dolor. Pero un amigo en común y el novio de Jenny de aquel momento se propusieron hacer que nos viéramos y resolviéramos el mal entendido. En esa conversación prometimos que ningún hombre nos volvería a separar, y recuerdo como hoy que esa noche nos fuimos de salida como los viejos tiempos y empezamos a recuperar el tiempo perdido.

Nuestras vidas volvieron a encontrarse y como siempre digo: el que me conoce estoy casi segura que conoce a Jenny, porque donde estaba una estaba la otra.

Por el año 2013 otra "amiga" volvió hacer un problema entre nosotras con sus mentiras y manipulaciones se propuso separarnos y confieso que casi lo logra o lo logró parcialmente, pero ya Jenny y yo habíamos pasado por algo parecido y no le dimos mucho espacio a esa mujer.

En el año 2014, ambas nos encontramos con el amor y decidimos emprender la etapa familiar que por cosas de Dios nos tocaba. Yo me enamoré de mi primer amor de niñez y Jenny de un hombre que aparentaba ser buen partido.

Para nuestra sorpresa, ambas quedamos embarazas al mismo tiempo y confieso que yo lo descubrí gracias a ella, en palabras textuales: "Lidia Lucía vete hacer la prueba que yo no me voy a quedar sola en esto !!" Así mismo fue, ambas habíamos recibido la misma bendición. Sin embargo, Dios tenía otros planes y el bebé de Jenny fue al cielo. Sin embargo, Jenny volvió a sorprenderme pues no sólo mostró la fortaleza que siempre la ha caracterizado al enfrentar este doloroso momento con respeto, amor y comprensión a las decisiones de Dios, sino que acogió a mi bebé como si fuera de ella, de hecho un día me llamó y me dijo: "Lidia me soñé que es varón", cuando lo confirmé a la primera que llamé fue a ella para decirle que tenía

razón.

Desde ese momento Jenny era elegida por mi bebé para ser una de sus madrinas.

Ese mismo año aquel hombre con el que Jenny había decidido formar su familia mostró el monstruo que era, incluso luchó para que ella no estuviera en mi boda de la forma que correspondía. Trató por todos los medios psicológicos destruir a mi hermana, la humilló y la hizo dudar de lo maravillosa que era. Confieso que oraba a Dios para que ella se diera cuenta del daño que le causaba. Y así fue, un día abrió los ojos y Jenny decidió volver a ser la MUJER MARAVILLOSA, AUTENTICA, DECIDIDA, ACTIVA, ATLETA, LEAL, FIEL, FELIZ que siempre había sido.

Y no sólo eso.... Jenny a pocos meses de haber retomado el control de su vida, encontró el VERDADERO AMOR DE SU VIDA, EN EL ASFALTO, EL MISMO LUGAR QUE LE HABÍA BRINDADO LA PAZ Y EL CORAJE EN CADA CARRERA, EN CADA META DE SU VIDA...

Me habló de este hombre, y les juro que dudé, no quería que le volviera a pasar algo malo de nuevo. Pero que va!!!!! Cuando conocí a JAVIER comprendí el por qué ella había decidió abrirse al amor nuevamente. Aquel hombre con mirada dulce, se derretía con sólo ver a mi hermana, se le notaba la admiración por los poros de su piel con el simple hecho de ella sonreír.

Les cuento que ese mismo hombre el día de ayer en una carrera justo al llegar a la meta, se arrodilló delante de todo el mundo a pedirle a mi hermana que pasara el resto de su vida con él. MI HERMANA POR FIN encontró su PRÍNCIPE AZUL, un hombre capaz de todo por ella, el que la ama tal cual es, que la impulsa a ser mejor, le da paz y la hace INMENSAMENTE FELIZ.

Mi sueño se hizo realidad dos veces, porque estoy tan feliz por ella que siento que el corazón se me sale y no he dejado de sentirme así desde que lo supe, tal cual me sentí cuando mi esposo me pidió matrimonio.

Finalmente, voy aprovechar el espacio para RECORDARES a cada un@ de mis lectores, a cada corazón que este espacio pueda llegar, QUE EL AMOR EXISTE, QUE LAS SEGUNDAS OPORTUNIDADES EXITOSAS TAMBIÉN. Aunque a veces pensamos que nunca encontraremos el amor o no lograremos alguna de nuestras meta DIOS constantemente nos otorga segundas oportunidades y está en nosotros distinguirlas y vivirlas al 100%.

FELICIDADES A MI HERMANA Y A MI CUÑADO QUE DIOS LES MULTIPLIQUE EN ABUNDANCIA Y BENDICIONES SIEMPRE!! LOS AMO